La llevaron a la sala de torturas, donde fue desvestida y manoseada bajo una luz intensa, para que su padre (Jorge Vargas, que estaba secuestrado y todavía continúa desaparecido) la viera sometida, desde la oscuridad.
En otra oportunidad la condujeron a la terminal de ómnibus, donde los policías le pidieron que señalara si conocía algún "tío". Ella debe haber sido consciente de la gravedad de la situación, porque al volver a la celda con su madre solamente pedía perdón, como si se sintiese responsable por algo de lo ocurrido.
Luego de unos días la niña de tan solo 5 años fue liberada y devuelta a sus abuelos. Dos meses después, Josefina con sus cinco años, murió de un disparo que se dio ella misma con un revólver que encontró en una mesa de luz.
Para que nunca mas se repitan estos crímenes atroces y por nuestros 30.000 compañeros detenidos y desaparecidos decimos: ¡NUNCA MAS!
FOTOS
No hay comentarios:
Publicar un comentario