La aprobación de la Ley de Paridad simboliza la lucha de miles de mujeres a los largo de los años, por alcanzar la igualdad de derechos políticos. En este sentido, es de suma importancia entender que los derechos de las personas no son “algo dado”, sino que son producto de las distintas luchas que se dan en la sociedad. Muchas de las leyes que se aprobaron en los 12 años del gobierno nacional y popular, fueron gracias al trabajo y al voto de las legisladoras que lograron incorporar las demandas y miradas de las mujeres en la agenda política.
El debate y la aprobación de esta ley remite a septiembre de 1947, cuando se promulgó en la Argentina la Ley 13.010 de los Derechos Políticos de la Mujer. El voto femenino representó la incorporación formal de las mujeres argentinas en el ámbito político y es símbolo de la lucha por otorgar igualdad de derechos a la mujer.
El voto femenino era un reclamo histórico de los movimientos feministas que exigían la igualdad de derechos de deberes y oportunidades entre las mujeres y los varones.
La necesidad de equiparar derechos fue uno de los pilares básicos del peronismo, reconociendo en Evita, una auténtica líder. Así muchas mujeres se hicieron eco de esta militancia y asumieron un papel activo en la lucha por sus derechos. En la misma línea, se comienzan a fortalecer las demandas laborales, bajo la consigna “igual salario por igual tarea”.
La desigualdad de género es un fenómeno de múltiples dimensiones que se expresa en una reducida participación de las mujeres en la toma de decisiones públicas y en pautas culturales que dificultan el ejercicio de sus derechos políticos en igualdad de condiciones con respecto a los varones.
Con el advenimiento de la democracia, en 1983, tomaron impulso las luchas que se venían dando desde los movimientos feministas, y de las mujeres de distintos partidos políticos, que encarnaron esta y otras luchas.
En 1991, la Argentina fue el primer país del mundo en sancionar una ley de cupo femenino (Ley 24.012), que reformó el Código Electoral Nacional, exigiendo la incorporación de, al menos, un 30 por ciento de mujeres en las listas de candidatos de todos los partidos políticos.
La Provincia de Buenos Aires aprobó una ley de cupos muy similar a la nacional que establece que las listas de candidatos deben “tener un mínimo de treinta (30) por ciento del sexo femenino y de igual porcentaje del sexo masculino” en todas las categorías y en proporciones con posibilidad de resultar electos.
En 1997, cuando esta medida se aplicó por primera vez, la participación femenina aumentó de 13 a 26 por ciento en el Senado y de 15 a 28 por ciento en la Cámara de Diputados. La política de cupos instrumentada en la Argentina estimuló la aprobación de normas que ampliaron la autonomía femenina y sus derechos en distintos campos de la vida.
El cupo de género se ha convertido en el “techo de cristal” de la participación femenina. En la actualidad, las mujeres ocupan el 33 % de las bancas en la Cámara de Diputados y sólo el 26% en el Senado de la Provincia. Los varones siguen siendo los privilegiados en la confección de listas electorales y, consecuentemente, en el acceso a los cargos.
"Luego de 25 años, que se sancionó la ley de cupo, nos encontramos debatiendo y sancionando, la paridad de mujeres y varones en el poder legislativo. Somos el 51% de la población de nuestro país y para cumplir con la representación popular debemos darnos la discusión sobre la paridad en las listas"; expresaba la compañera diputada provincial Alicia Sánchez, en el debate por la aprobación de la Ley en la provincia de Buenos Aires.
En este sentido, es de suma importancia entender que los derechos de las personas no es “algo dado”, sino que son producto de las distintas luchas que se dan en la sociedad.
Este avance en la representación política de las mujeres, es uno de los principales logros en igualdad de género, que arrojan tres décadas ininterrumpidas de democracia en el país y principalmente la decisión política de que así sea.
Muchas de las leyes que se aprobaron en los 12 años del gobierno nacional y popular, fueron gracias al trabajo y al voto de las legisladoras que lograron incorporar las demandas y miradas de las mujeres en la agenda política. De todas formas, este escenario de participación política vislumbra una construcción a seguir, afianzar los derechos adquiridos, posicionarnos una vez más en el camino de esta lucha.
“Esto es lo que nos convoca a continuar organizándonos, formándonos, participando para que efectivamente, podamos concretar la transformación cultural a la que aspiramos”, añadió oportunamente Alicia Sánchez, quien en el cierre de su participación en la Cámara de Diputados provincial, citó una frase que había sido pronunciada por la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, en el marco de la reglamentación de Ley de Matrimonio Igualitario: No hay autores de esta ley porque las luchas sociales sólo tienen el nombre de la sociedad.
Gabriel Marioto; Presidente del Partido MILES TTT.
Diputada Alicia Sánchez; Vicepresidenta Tercera del MILES TTT.
Carolina Lister; Secretaría de Igualdad de Género del MILES TTT.
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